Ermita de Los Santos

Una fuente realizada en piedra de sillería y una ermita superpuesta al nacedero forman este singular conjunto dedicado originariamente a los santos Cosme y Damián. 

La parte más visible de la Fuente de los Santos es un gran arco de finales del siglo XVI, construido para dar estabilidad a la obra más antigua que se halla tras él;  ésta consiste en una cámara para decantación del agua, con bóveda de sillería, y un caño o acueducto que trae el agua desde el fondo del barranco; bóveda y caño se datan entre finales del siglo XII y principios del XIII. Desde tiempo inmemorial se ha atribuido a esta fuente efectos beneficiosos para la salud y la tradición local recoge la supuesta aparición en el s. XV de una arqueta flotando en sus aguas con reliquias de los santos Cosme y Damián.

Para resaltar el carácter sacro de la fuente, justamente encima del nacedero del agua se construyó en la Edad Media, al mismo tiempo que el caño y la cámara de agua,  un edificio cuyos restos aún pueden observarse bajo los de la ermita. Serviría para realizar en él rituales religiosos y para acoger a los peregrinos. Se han encontrado indicios de la existencia de otro edificio plenomedieval anterior a éste.

Sobre los restos anteriores se construyó a finales del s. XVI, al mismo tiempo que el arco de la fuente, la ermita de planta rectangular ahora visible; se dedicó a San Bartolomé, al tiempo que el culto a los santos Cosme y Damián se trasladaba a la parroquial de San Miguel de La Villa donde se construyó una capilla en su honor; todo ello probablemente como un intento oficial, en tiempos de la homogeneización ideológica de la Contrarreforma, de rebajar expresiones populares de religiosidad centradas en ciertos cultos a las aguas y a otros elementos de la naturaleza de origen muy antiguo.

El edificio religioso se construyó en el fondo del barranco a sabiendas de que se trataba de un emplazamiento no idóneo, pero obligado por el imperativo sacro de la fuente; ermita y fuente forman un único universo de carácter cultual y religioso. La ermita de san Bartolomé padeció frecuentes destrozos por avenidas de agua, fue remodelada hacia 1748 y a finales del siglo XIX fue abandonada definitivamente justo cuando se había iniciado una nueva fase de reconstrucción. La Fuente de los Santos, como centro comarcal de culto y peregrinación desde la Antigüedad, contribuyó de manera decisiva a la unidad territorial del Valle de Ocón desde la Edad Media hasta la actualidad. 

Ermita Los Santos

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