El Castillo de Ocón forma parte de un conjunto de fortalezas situadas en la misma línea defensiva, como puede ser el Castillo de Jubera, el de Clavijo, o el de Arnedo, entre otros. La posición estratégica de estos baluartes debe su explicación a cuestiones históricas, por lo que tendremos que remontarnos varios siglos atrás.
En el siglo VIII tiene lugar la llegada de los musulmanes a la Península. Paulatinamente, éstos irán conquistando todo el territorio hasta ascender a estas latitudes, sometiendo a la población hispano romana y visigoda existente en la zona hasta entonces. El objetivo de estas fortalezas era defender los lugares donde verdaderamente se había asentado la comunidad musulmana. Además, interesaba asegurarse esta zona porque era una de las líneas de paso hacia la estratégica ciudad de Zaragoza.
Los siglos X y XI serán testigos de las luchas fronterizas en esta zona, hasta que, en 1045, Calahorra pasó definitivamente a estar bajo dominio cristiano. Con esto el Valle de Ocón aseguró su posición. Lo que no significó la tranquilidad permanente para sus habitantes, puesto que, a partir de mediados del s. XI, estas tierras comenzaron a formar parte de nuevas disputas, en este caso, entre dos reinos cristianos, Castilla y Navarra. De hecho, el rey Alfonso VIII de Castilla otorga el Fuero de Ocón en 1174 como forma de conceder toda una serie de privilegios y, así, asegurarse la zona frente a la vecina Navarra.
Desde esta atalaya se disfruta de hermosas vistas. Al sur, nos encontramos con la cercana Sierra La Hez y el Valle del Jubera. Al Norte, el Valle del Ebro, y tras éste diferentes sistemas montañosos pertenecientes a las comunidades vecinas, vasca y navarra.
En La Villa de Ocón puedes visitar:
- Albergue Juvenil de Ocón
- Barrio de las Bodegas
- Casona del Siglo XVIII
- El Castillo de Ocón
- Ermita de Los Santos
- Ermita de Santo Domingo
- Iglesia de San Miguel
- Iglesia de Santa María
- Virgen de La Estanquilla
- Lavadero de La Villa
- Molino de viento