Oteruelo

Aún se alza casi completa la silueta de este pueblo abandonado en los años 70 del s. XX, con el perfil de su torre parroquial destacando sobre el paisaje.

Oteruelo muestra un urbanismo apiñado en torno a la iglesia parroquial, dedicada a San Lorenzo. Se ha hundido el techo de esta última, pero se conservan los muros, la torre y la puerta de acceso de medio punto. Es un edificio de mampostería con sillares en las esquinas. La nave remata en ábside de tres paños. Fue construido probablemente por los Alzada entre 1590 y 1610 y abovedado unos sesenta años después. El cuerpo superior de la torre, fabricado en ladrillo, se data hacia 1690.

En proceso de rápida ruina se halla el edificio de la antigua escuela, en cuyas paredes se conservan unas encantadoras pinturas policromadas. Próxima al pueblo se halla una fuente, que fue construida en los años 20 del siglo pasado. El pueblo conserva intacto el antiguo empedrado de las calles, si bien en gran parte se halla enmascarado por la maleza.

Pasear por las calles y plazuelas de Oteruelo constituye uno de los principales atractivos de este pueblo. Sus casas vacías y sus calles desiertas evocan en el visitante el recuerdo de tiempos pasados. Sin embargo, el ruinoso estado de las construcciones supone un peligro para el visitante que debe ser tenido en cuenta, por lo que se recomienda no adentrarse en ninguna de ellas.