Pipaona

Aprovechando un pequeño promontorio se sitúa el pueblo de Pipaona, creando una orientación hacia el sureste que le permite aprovechar la luz solar en sus casas y huertos. En su punto alto se sitúa la iglesia de Santa Catalina, del siglo XVI, que destaca por su esbeltez. Su torre es un magnifico ejemplar de arquitectura en ladrillo.

Siguiendo los caminos hacia el sur encontramos numerosos huertos que hoy en día conservan su actividad y rendimiento gracias a una eficaz gestión del agua y a la aplicación de racionales sistemas de regadío, de los que se benefician también los núcleos situados en la parte más baja del valle. Entre los huertos, encontramos la Ermita de la Soledad, del siglo XVI-XVIII.

En el antiguo y casi inactivo cauce de un arrollo se sitúa la alameda y el pozo histórico, actualmente reconvertidos en área recreativa y zona de acampada.

Al norte, en dirección hacia El Redal, a 1Km de distancia, se encuentra el yacimiento arqueológico de Parpalinas, que da nombre al pueblo, y en el que se han descubierto antiguos asentamientos de la época hispano-visigoda (siglos V y VI).

Pipaona celebra sus fiestas patronales en honor a Santa Catalina el primer fin de semana de septiembre.

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